“YA ME PARECÍA A MÍ QUE ERAS DEMASIADO HUMANA, PARA SER HUMANA”

La Teniente Ripley a Annalee Call cuando descubrió que era un robot (Alien Resurection)


miércoles, 21 de octubre de 2015

LA VIDA ES UNA PERMANENTE SECUENCIA DE TOMA DE DECISIONES


LA VIDA ES UNA PERMANENTE SECUENCIA DE TOMA DE DECISIONES

No sé quien fue el que lo dijo, pero es bien cierto. Nos pasamos la vida tomando decisiones; desde que abrimos los ojos hasta la hora de dormir. Desde que tenemos uso de razón, hasta el momento de partir.

Desde las cosas más intrascendentes, tales como desayuno café o té, tostada con mermelada o huevos con jamón, hasta las que más influyen en nuestras vidas: te quiero amor mío, o, métase su empleo donde le quepa.

Y es en este territorio en el de las decisiones trascendentales en el que quiero enfocarme hoy.

Hace unos días hemos asistido a un debate político en 8TV, moderado por Josep Cuní,

 


entre el Ministro García Margallo y el independentista Oriol Junqueras, y hubo un momento álgido desde mi punto de vista en el que Junqueras decía que una vez que se hiciese la declaración unilateral de independencia (DUI) por parte del Parlamento catalán, no había por qué renunciar a la nacionalidad española, pues eso sería la garantía de poder seguir perteneciendo a Europa, porque según la Constitución española, se pude seguir siendo español aunque se viva en otro estado como, en este caso, sería en Catalunya.



A mí me cuesta un poco entender este razonamiento, porque de qué manera alguien que dice que nunca se ha sentido español y que quiere estar fuera de España para desarrollar su identidad catalana y cumplir el sueño de vivir en una Catalunya independiente, en el momento de encontrarse con las dificultades propias de ser independientes, como haber puesto en juego, con bastante probabilidad de perder, la pertenencia a la Unión Europea, no quiere prescindir de ese vínculo y apela a la vía de la nacionalidad como miembro individual del Estado español.
Y se pusieron varios ejemplos de secesión que lo han sido a lo largo de la historia del siglo XX.

A mí me resultó, particularmente interesante el de Argelia, país que ganó su independencia por la vía de una guerra contra Francia que, a la sazón, era el país que actuaba como “protector”, o acogedor, y que hacía que ese protectorado tuviese todos los mismos derechos, que cualquier otra provincia francesa.

Junqueras mencionaba a Albert Camus como alguien que siendo argelino actuó como cualquier otro ciudadano francés y quien es considerado uno de los mayores intelectuales franceses del siglo XX. Ganó un premio Nóbel de Literatura en 1957, poco tiempo después de que su Argelia natal conquistase la independencia.



Tras un intenso debate sobre la “argelinidad” (pido disculpas por el barbarismo) de Camus, y su ejemplo como argelino con pasaporte francés, el magnífico y bien documentado moderador Josep Cuní, puso el dedo en la llaga diciendo que Camus no fue un argelino francés, sino que no tuvo más remedio que elegir su nacionalidad y que, aunque su amor por Argelia era manifiesto, eligió ser Francés.

Y creo, amigos, que esta es la clave, ELEGIR. Y permitidme que siga con Camus; luego volveré a este tema que considero un acto de los que he definido como decisión trascendental.

Camus escribió un relato casi autobiográfico, que ahora por la iniciativa de ese actor, tan cada día más comprometido, que es Viggo Mortensen, se ha llevado a la pantalla con el título “Loin des hommes” (Lejos de los hombres).




Es una maravillosa película de temática fundamentalmente existencialista, en la que se narra un viaje por el desierto de un hombre blanco argelino, hijo de francés y argelina (como Camus), acompañando a un árabe hacia una ciudad. No contaré el objetivo del viaje para no destriparos la película, pero lo que quiero relatar aquí, es que a lo largo de ese viaje se encuentran en medio de una escaramuza del ejército rebelde en su lucha contra el colonizador francés. Y uno de los oficiales que había sido compañero de armas del “argelino pied noir”, se dirige a él con manifiesto cariño, pero con exigencia y le dice que ante el conflicto no queda más alternativa que elegir el bando en el que se quiere estar.

Y vuelvo a mi discurso anterior. Si en algún momento próximo o lejano se produce la declaración unilateral de independencia por parte del Parlament Catalá, los ciudadanos catalanes nos veremos abocados a elegir nuestra nacionalidad. Unos elegiremos ser españoles y otros elegirán ser catalanes, pero esa broma de decir que elegiremos ser catalanes pero sin perder el pasaporte español para que Europa no nos segregue a nosotros me parece una broma de principiante político que suena mal muy mal.


Señores, HAY QUE ELEGIR, con todas sus consecuencias. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario