“YA ME PARECÍA A MÍ QUE ERAS DEMASIADO HUMANA, PARA SER HUMANA”

La Teniente Ripley a Annalee Call cuando descubrió que era un robot (Alien Resurection)


miércoles, 17 de abril de 2019

CREATIVIDAD Y LONGEVIDAD



CREATIVIDAD Y LONGEVIDAD

Hace un par de meses asistí a un espectáculo de declamación poética a cargo del actor argentino Hector Alterio. Me impresionó ver a un hombre de 94 años en el ejercicio de su profesión cara al público que abarrotábamos el teatro de la Juventut de L’Hospitalet.

Ayer me volvió a suceder algo parecido. José Sacristán a sus 81 años interpretó el monólogo de Miguel Delibes de poco más de una hora de duración dedicado a la memoria de su esposa titulado “Mujer de Rojo sobre fondo gris”. Por cierto, la falta de respeto hacia el artista demostrada por los tosedores y enfermos de la conexión móvil que son incapaces de estar desconectados una hora, obligaba al actor a detener su monólogo a la espera del silencio que obliga cualquier función teatral. Hace unos días leía una tira cómica en la que un nieto le pregunta a su abuelo: ¿Qué es un teatro?, a lo que responde: “Un sitio donde la gente va a toser. 

Estos hechos artísticos, me devolvieron a mi antigua teoría de que la gente creativa es más longeva que la que no lo es. Lógicamente en términos generales, pues no todos los creativos son longevos ni todos los longevos son creativos, pero esa relación causa efecto ya hace tiempo que me ronda por la cabeza. 

Me puse a mirar unos cuantos casos, en la historia de la creatividad artística y me encontré algunos sobresalientes (entre otros muchos). A saber:

Manoel de Oliveira dirigió su última película a los 105 años; murió dos años después


Clint Eastwood sigue dirigiendo películas a los 88, y por el bien del cine esperemos que sea muy longevo. 

Oscar Niemeyer diseñó su última obra en Belo Horizonte a los 102 años. Falleció a los 105. 

Dos guitarristas que España regaló al mundo: Joaquín Rodrigo a los 97 años y Andrés Segovia a los 94.

Nuestro pintor más universal Pablo Ruiz Picasso, murió “con el pincel en la mano” a los 91.

Goya murió a los 82, lo cual tenía mérito dada la expectativa de vida de la época. 

Y si pensamos que el en Renacimiento la expectativa era de 30 años, hay que pensar que la mente creativa dio largas vidas a Tiziano (100) y Michelangelo Buonarroti (90)



Y tres creadores de bandas sonoras para el cine y la televisión que aún siguen trabajando:

 
Ennio Morricone, 90

Lalo Schifrin: 86

John Williams: 87


Y si me permitís la cosa anecdótica, los 75 años de Keith Richards y Mick Jagger, contarían como un centenar, teniendo en cuenta los procesos de autodestrucción a los que han sometido a sus cuerpos a la “búsqueda de los placeres mundanos”. 

Buscando en el universo Internet, encuentro que “estudios científicos recientes (¡vaya Vd. a saber cuales!) estiman que el secreto de la longevidad se basa en una actividad mental obsesiva y polarizada en una sola dedicación o trabajo; una senda bien marcada por la que se camina sin vacilación, con entusiasmo inquebrantable y permanentemente renovado. El proceso de creación artística verdadero es, por tanto, el garante de estas conductas y formas de vida, su ejemplo más significativo. 

En otras palabras, y como aviso a navegantes: Vale la pena centrarse en un tema creativo y obsesionarse con él, en lugar de ir por ahí picoteando para conseguir vivir muchos años.

Lo tengo crudo, amigos. 

Bellaterra, 17 de Abril de 2019.