“YA ME PARECÍA A MÍ QUE ERAS DEMASIADO HUMANA, PARA SER HUMANA”

La Teniente Ripley a Annalee Call cuando descubrió que era un robot (Alien Resurection)


lunes, 4 de marzo de 2019

MOBILE WORLD CONGRESS (MWC): 
EL SHOCK DEL FUTURO

Me he permitido echar mano de ese título con el que Alvin Toffler me produjo una de las mayores inquietudes sobre la dirección del futuro que tuve en mi primera “juventud madura” allá por el año 1970.

Algo así he experimentado estos días visitando esta feria en la que el mundo de la tecnología se empeña felizmente en utilizar nuestra ciudad como plataforma para contarnos como ven “lo que va a pasar”.

He sentido una sobresaturación de oferta tecnológica, que en algunos momentos me ha hecho enviar a la porra a tanto vendedor vestido de lagarterana del siglo XXI ofreciéndome el paraíso.

Mi paseo por las instalaciones de la Fira, me ha permitido percibir una gran exhibición de los tres pilares sobre los que se sustenta el futuro de la tecnología y, consecuentemente, el del ser humano.

Y se pueden resumir en tres categorías tecnológicas, las actividades cuyo desarrollo van a incidir en un nuevo diseño del mapa geopolítico mundial, al que algunos intelectuales ya definen como la nueva guerra fría del siglo XXI

1.   5G. 
2.   Inteligencia artificial.
3.   Robótica.

Las nuevas generaciones de hardware telefónico (aparatos flexibles, con tapa, sumergibles, irrompibles, en relojes, en gafas y hasta en textiles, así y asao) pasaban desapercibidos ante el aluvión de software decidido por el advenimiento de la comunicación 5G.

Cuando dos puntos distantes en el globo terráqueo se comunican en fracciones milimétricas de segundo…amigos… ¿a qué le llamábamos antes distancia?

¿Tenemos imaginación suficiente para pensar en las posibilidades que nos abre ese hecho?  

Si apelo a mis lecturas de las últimas semanas, se puede estimar que los ámbitos que permiten un mayor desarrollo de la aplicación de las redes 5G serán, aparte de los obvios de envío y gestión de datos, el mundo de la medicina y el de la automoción

Cuando en una provincia de China o del África Central un enfermo tarda días en llegar a un hospital para que le diagnostiquen, y ahora el médico rural se acerca con un aparato móvil que le pone en contacto con el hospital más lejano de forma inminente y le ofrece un diagnóstico en minutos, nuestro futuro se impregna de esperanza. 

También en el contexto del MWC, hemos podido ser testigos de una operación quirúrgica dirigida por un cirujano situado a kilómetros del quirófano y con la inapreciable ayuda de la tecnología 5G cruzada con la robótica. 

Y la pregunta que siempre surge ante cualquier avance tecnológico capaz de cambiar la vida de las personas es: “¿pero… podrá ser de aplicación universal?”

Yo me preguntaba de niño si alguna vez podría ver imágenes en un aparato que se llamaría pantalla y que cuando empezó solo podía ver en escaparates fuera del alcance de mis posibilidades, y fijaos lo que veo ahora. Lo mas avanzado que podíamos imaginar entonces nos lo enseñaba Dick Tracy, que hablaba por un reloj de muñeca. 

Probablemente sí será un proceso selectivo al principio (como sucede con todo) del que solo disfrutarán ciertas élites, para luego extenderse masivamente urbi et orbi. 

Y, por supuesto, con la particularidad de que la velocidad de implantación de los avances tecnológicos es ahora infinitamente mas rápida que la de los años 50s.   

Si cruzamos esta tecnología con la cada día más omnipresente inteligencia artificial, no nos queda más remedio que imaginar nuestro futuro inmediato (casi podríamos decir presente en movimiento) como seres humanos en un entorno de facilitación de nuestras vidas que no tiene límites.

Los fabricantes de automóviles estaban ahí para mostrarnos a todos como han convertido los auto-móviles en robots dotados de toda serie de recursos comunicativos y de seguridad que hacen que lo de conducir sea “otra cosa”. 

Lo de los robots, por cierto, lo veo un poco más lento de lo que a mí personalmente me gustaría, pero creo que es la filosofía y la ética lo que contiene su desarrollo, porque lo que es de tecnología, están sobrados los fabricantes de robótica. 

No me cabe duda de que aquí se encuentra el gran “Shock del Futuro”, y me refiero a la aplicación de la Robótica, unida a la AI (Inteligencia Artificial) y a la velocidad de transmisión de datos 5G. Y nos lo han enseñado aquí en la hermosa ciudad de Barcelona. 



Desde otro punto de vista, no todo va a ser inteligencia constructiva. 

Permitidme que os cuente un “avance tecnológico” que me hace pensar en que nos estamos volviendo lelos: 

Un reloj que contiene un teléfono móvil. Suena el tfno. y le quitas la corona que rodea la esfera y te la cuelgas de una oreja a modo de earphone. Y sigues la conversación desde semejante adminículo. Lo dicho, tontitos, tontitos. 

Pero también os contaré algo que me ha conmocionado y que le da sentido a la palabra Esperanza aplicada al futuro del Ser Humano. 

Y es un caso de filantropía. 

En el salón anexo al MWC, llamado 4YFN (For years from now) y dedicado a las start ups que se supone que en unos años serán grandes compañías en el mundo, se cedieron espacios a intervenciones de diversas índoles, tecnológicas, empresariales, creativas…

Todos sabéis que el hombre más rico de China se llama Sr. Ma y es el inventor de Ali Baba, la tienda virtual más grande del mundo.

Pues bien, Ali Baba ha creado un fondo de investigación titulado “Tech for Change” (Tecnología para el cambio) dedicado a grandes obras sociales.


A lo largo de un par de horas, se dio voz a los protagonistas de media docena de casos para los que Ali Baba dotó presupuesto para ayudar a paliar grandes problemas de diversas índoles, desde la reducción del hambre infantil, pasando por la aproximación a la universalización de la medicina, o a la protección del elefante africano en la zona de Masaï Mara.

Que una empresa multimillonaria emplee parte de sus beneficios a ayudar a los más desprotegidos, me parece un hecho que se debe publicitar y utilizar como ejemplo a imitar. 

Ya sé que la RSC está moviendo a muchas empresas hacia ese territorio, pero este caso me ha parecido sobresaliente, por su acción más allá de las fronteras de un país o un continente.  

Siempre será menos de lo que se necesita, pero aún menos es no hacer nada. 

Esto me recordó cuando la Fundación Bill and Melinda Gates destinó un par de cientos de millones de dólares, para luchar contra una de las enfermedades endémicas de África, se les criticó porque siendo tan ricos destinasen tan poco. 

Me parece injusto que se diga eso cuando hay tantísimas empresas que no destinan un solo centavo a filantropía. 

En fin, con este canto a la esperanza, cierro este pensamiento que me ha sugerido mi visita a esa feria tecnológica tan impresionante que nos revela el que será 

EL SHOCK DEL FUTURO…DE NUESTROS HIJOS

Bellaterra, 4 de marzo de 2019