“YA ME PARECÍA A MÍ QUE ERAS DEMASIADO HUMANA, PARA SER HUMANA”

La Teniente Ripley a Annalee Call cuando descubrió que era un robot (Alien Resurection)


martes, 13 de junio de 2017

ES MALO PERDER LAS FORMAS

ES MALO PERDER LAS FORMAS



Hace un par de semanas escribí un artículo en mi pizarra de Facebook, que estaba teñido de indignación. Lo escribí al leer el último (hasta ese momento) caso de corrupción que afectaba al PP y destilé una rabia, un dolor y una inquina que no suele ser tan usual en mí.

Utilicé palabras gruesas para calificarlo, de lo cual solo me arrepiento un poco porque la Real Academia Española de la Lengua acepta sustantivos y calificativos de alta tensión y en algunos casos de extrema rudeza. Pero es cierto que cuando utilizas una grosería te haces grosero y eso, que es a lo que se le puede llamar perder las formas, le resta autoridad moral a tu aserto.

He dejado pasar unos cuantos días antes de animarme a escribir este comentario para poder hacerlo templado y sin que el humo ciegue mis ojos como decía la inmortal canción que han cantado desde Frank Sinatra, los Platters, hasta…tantísimos otros. Y que, seguramente pocos sabían que sus autores se llamaban Jerome Kern y Otto Marbach.

Pues bien, además de expresar mi indignación dejé correr la tinta de la rudeza y critiqué brutalmente cosas que han podido herir y de hecho las han herido, sensibilidades profundas. Por lo cual pido disculpas a quien pudiese haber ofendido.

Y sé que herí al menos la sensibilidad de una pareja, cuya esposa me recriminó mi escrito y me dijo que ya no podía ser más tiempo amiga mía.

Lo comprendo perfectamente, y lamento haberla herido, aunque visto dese otro punto de vista, cuando no tienes mucho que compartir con alguien y son muchas más las cuestiones que te separan que las que te unen, es mejor no seguir juntos de forma artificial.

Yo tengo un pensamiento de izquierdas, ellos de extrema derecha; yo soy agnóstico, ellos religiosos devocionales. Yo deploro los valores que constituyeron el ideario de la dictadura, lo militar, lo religioso y esos valores de los que parecía que la sociedad española se había liberado, y que tanto daño hicieron a mi generación y ellos no. Y así.

Siempre he presumido de que el conjunto de mis amistades, cubría un amplio espectro de pensamientos políticos y religiosos. Y ha sido la tolerancia la que nos ha permitido que fuese así.

Y siempre he sido muy cuidadoso para que los temas de hipersensibilidad no fuesen objeto de tensiones en mis relaciones con mis amigos. Algunos de los que estáis leyendo esto sabéis lo alejados que estamos en ciertas cosas y como a pesar de todo seguimos teniéndonos afecto, cariño y respeto a nuestras diferencias.

Y permitidme que hable un poco de la cosa de las creencias.

Yo fui un católico convencido, hasta el punto de ser catequista, monaguillo, y ejercer lo que entonces se llamaba “apostolado seglar”; incluso milité en una asociación mariana, que años después supe que formaba parte del ideario más conservador y retrógrado de la iglesia católica irlandesa. También tuve un pie a punto de dar el paso hacia el opus dei.

El gran desencanto que se produce cuando sientes que esa Iglesia por la que has suspirado te ha engañado, te ha abandonado y te ha decepcionado profundamente, tratas de buscar en otras creencias en la vida espiritual; porque a aquellas alturas era difícil vivir sin creer en la vida mejor en la que los pobres no teníamos más remedio que creer para no salir urgentemente en pos del suicidio dadas las mínimas esperanzas de acceder a una vida mejor.

Y así he buceado por otras creencias, occidentales y orientales, monoteístas, politeístas, panteístas…en fin una buena variedad. Permitidme que os diga que no soy taoísta, pero me parece que el Tao es un gran invento, porque promueve que los méritos hechos para conseguir vivir mejor en otra vida se han de explotar en esta. Lo más inteligente que he visto en mucho tiempo en materia espiritual.

Ahora milito como agnóstico, y me gusta utilizar una frase que me dijo una vez un amigo y socio, que define perfectamente esa condición:

“DIOS NO EXISTE…Y ÉL LO SABE”

No soy capaz de ser ateo, porque no tengo la certeza de que no haya dios, aunque como bien se dice, cuanta más ciencia, menos dios. O, dicho de otro modo, cuanto mejor comprendemos el mundo, menos necesitamos del acto de fe en lo sobrenatural. 

Entendedme amigos, quiero que sepáis que os respeto profundamente a todos los que seáis creyentes o practicantes de cultos o liturgias que hayáis escogido por los motivos que sean. Como también a los que no.

Pero también permitidme que sea extremadamente duro con la injusticia, con el abuso de poder, con la codicia con la intransigencia, con la violencia mental o física, y con todas esas actitudes que consistan en aprovecharse de los más débiles para beneficiarse, para lucrarse y, en general para explotar injustamente al débil en beneficio propio.

Todos los gobiernos se han entregado a la tentación de ostentar el poder en su propio beneficio, y no perdono a ninguno de ellos, aunque en mi caso haya votado a alguno durante muchos años, pero lo que estamos viviendo en nuestro país ha traspasado todos los límites de la codicia y la desvergüenza.  

Por eso, he perdido los papeles y he podido lastimar la sensibilidad de más de uno.

Una vez más, disculpad mi intemperancia.

A bordo del AVE, en trece y martes, ni te canses ni te embarques. En el sexto mes del año 2017. 

墨耶稣。 Mo Ye Sú. Jesús