“YA ME PARECÍA A MÍ QUE ERAS DEMASIADO HUMANA, PARA SER HUMANA”

La Teniente Ripley a Annalee Call cuando descubrió que era un robot (Alien Resurection)


lunes, 6 de abril de 2015

LA GOTILLA DELATORA

LA GOTILLA DELATORA

Va por vosotras, amigas.

El presente artículo contiene expresiones que podrían herir la sensibilidad de los más pacatos. Lo aviso, porque si formas parte de ese grupo, ahora es el momento de dejar de leer.

Si alguien (varón e incluso hombre) al salir de orinar del cuarto de baño,  justo antes de que entre su “compañera” (como se le dice ahora), nunca ha escuchado un alarido, que lo diga, y que sonría hacia adentro. Para que los que aunque solo sea una, lo hemos oído alguna vez en la vida, le envidiaremos por su pulcritud.

Ellas se empeñan en cambiar una costumbre milenaria, pidiéndonos que nos sentemos al hacer pis, y a nosotros nos toca la … (y nunca mejor dicho) hacerlo en esa tesitura. Aunque, en conversación privada reconozcamos que cuando lo hacemos sentados por alguna otra razón mayor de evacuación, la verdad es que nos da más gusto y vaciamos más.

El imaginario masculino al respecto goza de infinidad de expresiones más o menos afortunadas relacionadas con la postura erecta (o sea de puritito macho).

Por ejemplo, un día en Pekin voy a un lavabo y al cabo entra el traductor chino y me dice: “Picha española, nunca mea sola”. Le miré (de soslayo, cosa que todos hacemos en los lavabos públicos para que no parezca otra cosa). Y le dije: Se nota que estás absolutamente inmerso en la cultura popular española.

Entonces le apostillé con otra frase “para que aprendiese algo más del román paladino”: Pues no te la sacudas más de tres veces porque es paja.

Y es que el método en cuestión con solo tres veces no garantiza que al retirarse no se desparrame la “gotilla delatora”. Claro que en lugar público no tiene importancia (que no?). Ja!

Ahí estamos sometidos a persecución. Este cartel que vi en un recinto ferial en Shanghái es muy explicativo.

Eso sí, educado “Por favor, dé un paso adelante” y acompañado gráficamente para que no queden dudas acerca de lo que estamos hablando



Otro día en un restaurante (lamento no tener testimonio gráfico), vi otro también en mandarín y en inglés, aún más convincente:

A step forward is a step toward civilization.

Un paso adelante es un paso  hacia la civilización

No sé si se les ha ido un poco la mano con la trascendencia.

Aparte de sentarse y aplicar sacudidas violentas, existe el método de secarse con un papelito higiénico, lo cual también tiene su gracia porque aprovechamos para echarle una mirada desde una perspectiva no muy frecuente a esos centímetros a los que los hombres dedicamos una devoción desmesurada, rozando así la parte más sensible del susodicho miembro. Efecto que me abstengo de comentar porque cada cual es cada cual.

Pero seguro que las mujeres piensan/pensáis que a pesar de todas estas argucias de tipo higiénico, el hecho mayoritario es el del goteo descontrolado, lo cual os hace pillar unos cabreos monumentales.




El tema adquiere proporciones mundiales, hasta el punto de que en 2002 Jack Nicholson protagonizó una película (About Schmidt) en la que un sexagenario se queda viudo y lo primero que hace al volver a casa del funeral es ponerse a orinar en círculos por todo el recinto del cuarto de baño. Tan harto estaba el hombre de pelearse con su mujer por ese asunto.

Esto es lo que le pedía su mujer a Mr. Schmidt y lo que a muchas mujeres les gustaría poner en la puerta del lavabo familiar común.




Volviendo a China, os diré que una de las cosas que sorprende un poco al principio de vivir aquí es que la mayoría de inodoros son de suelo, de los que tienes que hacer tus deposiciones mayores en cuclillas.

  
 

        
        
Se dice que como en este país no había muchos lavabos en domicilios privados y la gente tenía que ir a aliviarse a los públicos, este formato resulta más higiénico porque el cuerpo no toca el aparato.

Pues aunque no os lo creáis la utilización de estos “recursos higiénicos” requiere un cierto ejercicio de aprendizaje.

Y es que uno no está muy acostumbrado a “apuntar” con el esfínter y al principio hace muchas cagadas (y nunca mejor dicho), si me disculpáis la expresión, cuyos detalles os ahorro.

Claro que, hablando de aprendizaje, los chinos han tenido que aprender al revés, o sea a usar lo que llamamos “la taza”. Y aquí tenéis una muestra bastante "didáctica".


  
En definitiva, el mundo de la escatología da para verter mucha tinta, amén de los generadores de efluvios puros de la “zona de eliminación de residuos”, que siempre me gusta comentar, como decía Robin Williams, que está demasiado próxima a la ”zona recreativa”, lo cual habla del defecto de diseño del ser humano. 

Os deseo una buena vuelta de vacaciones. Por aquí no hemos tenido, dada la ausencia de nazarenos, procesiones, y, consecuentemente, días de asueto. Bueno, ayer lunes fue festivo.