“YA ME PARECÍA A MÍ QUE ERAS DEMASIADO HUMANA, PARA SER HUMANA”

La Teniente Ripley a Annalee Call cuando descubrió que era un robot (Alien Resurection)


miércoles, 23 de octubre de 2013

DESDE EL DELTA DEL EBRO: UN PAÍS (O ES UN MUNDO?) SIN ESTATURA POLÍTICA


UN PAÍS (O ES UN MUNDO?) SIN ESTATURA POLÍTICA


La crisis, de cuya artificialidad e intencionalidad en su creación no voy a hablar ahora,ha puesto en las mesas camillas de todo el país, entre otras cosas, la evidencia de la falta de estatura de la clase política que integra nuestro país, sea formando parte del gobierno, de la oposición o de la marginalidad.

Todos sabemos que desde que nuestra sociedad, se define como mediática, y exhibe ese carácter urbi et orbe, la talla de los políticos ha ido disminuyendo de forma alarmante y sin solución de regeneración. Y no me refiero solamente a nuestro país, que como generador de políticos mediocres obtendría la más alta calificación “cum laude”, sino en el mundo en general.

El país demócrata por antonomasia, los EE.UU, tuvo hace unos años un presidente inútil cuyo mayor mérito había sido hacer películas de vaqueros. Y ese hecho inició una nueva era política. Años después eligió a otro cuyo grado de estulticia ha roto todos los records habidos y por haber.

Y es que estos sujetos eran perfectas marionetas (ríete de José Luis Moreno) para ir cumpliendo el guión que los poderes fácticos les escribían para el desarrollo de su propia estrategia. El mundo del petróleo, de la farmacia y de los selectivos del Dow Jones han marcado el ritmo y la agenda de la política norteamericana y casi, casi, de la mundial.

Aquí en España hemos seguido un guión parecido. Y gobierno tras gobierno, el poder político ha ido “rindiéndose” a sus mayores. En el caso del estado español, el Ibex 35 se ha hecho cargo sin demasiada oposición o más bien con la connivencia de los gobiernos de derechas y el estupor, desconcierto e incapacidad del de izquierdas que quedó entre medias, por el propio desdoro, desfachatez y errores de gestión de crisis del que le precedió.

Y a nivel de esta autonomía (Catalunya) en la que tengo mi domicilio fiscal, (porque vivir, vivir….) al poder político no le han dolido prendas en entregarse sin ningún tipo de condiciones al grupo conocido como la oligarquía burguesa catalana. Esos a los que un querido amigo mío catalán, llama “catalanes de pata negra”.

Hace un par de días escuché a un economista la mejor explicación de la causa de la crisis que he oído hasta ahora.

Él decía que esa transferencia (o rendición, según se quiera interpretar) de poder, del mundo político al mundo empresarial y financiero, ha conllevado una consecuencia de impunidad ante la falta de ética y moral de gran relevancia. Y es que mientras el poder político está regulado por una serie de leyes de rango mayor, de forma que su actuación se ve limitada por una legislación que con mayor o menor acierto, no les permite hacer todo lo que quieren (aunque sean muchos los desmanes que les permite perpetrar), en el caso del poder empresarial no existe regulación alguna y se pueden permitir cometer toda suerte de fechorías. Incluso obligar a los gobiernos a que les paguen sus errores con los recursos de los que entre todos dotamos al estado para mal administrarlos en nuestro nombre y para nuestro supuesto bienestar. Y no me refiero solo a los bancos, también a las empresas de energía, y otros sectores “estratégicos”.

En definitiva, dado que el poco poder de que disponen los políticos, no les sirve ya para gran cosa, y se tienen que limitar a seguir las instrucciones del gran capital, no les queda otro recurso que matar el tiempo con disputas de patio de colegiales, que si déjame que hable, que si te sientas en la escalera de debajo, que si eres un chorizo, y que si tú más.

Que si te saco a la calle un par de millones de seguidores de ideas más o menos afortunadas tanto de un lado como de otro.

Pero consecuencias para el bien de "los administrados", ná de ná.

Y nosotros atónitos ante tanto despropósito nos decimos que en la próxima elección se van a enterar. Y ahora que lo pienso…y ¿de que nos va a valer volver a votar? Que penita debemos dar!!! Quieren que nos hagamos la ilusión de que servimos para algo. Como dijo un famoso historiador hace 37 años refiriéndose a otra cosa: "Que error! Que inmenso error!" 

Por último permitidme que os recomiende una película de Costa Gavras, (ese cineasta comprometido hasta las cachas), que explica la crisis como para escolares de EGB, Se trata de EL CAPITAL. Y no os perdáis la última secuencia de la peli, que no os explicaré para no reventárosla, pero sí deciros que es para la antología del cine político.