“YA ME PARECÍA A MÍ QUE ERAS DEMASIADO HUMANA, PARA SER HUMANA”

La Teniente Ripley a Annalee Call cuando descubrió que era un robot (Alien Resurection)


miércoles, 28 de agosto de 2019

A VUELTAS CON EL TRANSHUMANISMO


¿Una realidad deseable? ¿Una Utopía? ¿Una Distopía?

Empezaré por declararme Transhumanista. Y como tal, creo y confío en que el próximo paso evolutivo del ser humano va a venir de la mano de la incorporación de tecnología al cuerpo y consecuentemente supondrá la transformación y redefinición del concepto “morfología humana”.

La pregunta inmediata que nos hacemos los transhumanistas al aceptar este proceso como necesario para la evolución del ser humano en la Tierra que, de momento es el único planeta que nos acoge, es acerca del alcance del proceso. 

¿Hasta donde puede llegar?

Sabemos como comienza la incorporación de tecnología al cuerpo, pues la medicina hace tiempo que empezó a otear el horizonte de este territorio, pero desde luego, no podemos alcanzar a imaginar hasta donde puede llegar. Pues la tecnología hoy se encuentra en un punto muy incipiente, aún muy alejado de su techo de desarrollo. Y ¿quién es capaz de decir con qué instrumentos tecnológicos vamos a contar, ya no digo en ese término abstracto que denominamos “el futuro”, sino a finales de este año, del lustro actual, de la década próxima? 

Imaginaos que cada vez que falla un órgano vital lo sustituimos por otro mecánico imperecedero. Ya tenemos un hígado que va a sobrevivir a nuestro cuerpo perecedero, y unos riñones y unos pulmones y un bazo y una pierna, y ¿un corazón? Sí, también un corazón. 

Hace unos años cuando empezaba el boom de las impresoras 3D, nos fuimos al Poble Nou porque ahí un grupo de científicos estaban desarrollando esta tecnología. Nos decían que dependiendo del tipo de “materia prima” que pones en la máquina, así tienes un resultado u otro. Ponías yeso y salía una escultura; ponías sangre y salía… Aquel experto nos decía que el objetivo de ese grupo de trabajo era contar con un corazón en diez años. 

Pues han tardado mucho menos de 10 años. El pasado mes de Abril la Universidad de Tel Aviv anunció la creación con éxito de un corazón artificial mediante una impresora 3D.

Y ¿que cabe pensar si vamos sustituyendo poco a poco, nuestros órganos, tejidos, cartílagos, líquidos y demás componentes corporales, por otros imperecederos?

Nos asusta pensar en que a eso se le podría llamar la vida eterna.

Y en que tendrá consecuencias en conceptos filosóficos cual es la ética y los distintos cuerpos de creencias.

Todo este discurso, naturalmente, sirve para los componentes de la Humanidad que participamos de la evolución como punto de inicio del hombre en la Tierra. Para los creacionistas todo esto es anatema y los que defendemos el evolucionismo mereceríamos ir directamente a la hoguera.

Y aquí quiero parafrasear a Stephen Hawking quien decía que “Cuanta más ciencia, menos dios” y su afirmación: la moderna ciencia no deja lugar a la existencia de un Dios creador del Universo.

De este modo ya han comenzado a aparecer los primeros Cyborgs en el mundo. 

Yo he tenido la suerte de conocer al primero de ellos: Neil Harbisson. Coincidimos dando una conferencia en Shanghai. Yo hablaba sobre como construir la imagen de una ciudad a través del deporte y él sobre como convertirse en un cyborg para conseguir superar una deficiencia de nacimiento. 
Neil nació sin poder distinguir los colores. Veía el mundo en blanco y negro; y luchó muchísimo contra la incomprensión de todos los cuerpos de medicina científica con los que contactó, hasta conseguir que un equipo de médicos ingleses le implantaran en el cráneo, un adminículo que le llegaba desde el occipital hasta el frontal para poder ver la vida en color. Ahora tenéis que ver como viste. Parece un arco iris. 

Mi admiradísimo Elon Musk, acaba de crear una empresa de neurotecnología: Neuralink, cuyo objetivo es el desarrollo de interfaces implantables relacionando cerebro-computadora. 


Y el resultado físico de esas interfaces son unas fibras cuyo grosor equivale a la tercera parte de un cabello humano que, implantados en el cerebro, te permiten interactuar con toda clase de dispositivos tecnológicos.  

Esto que parece Ciencia Ficción es una realidad hoy mismo. 

Por cierto, en la visita que hicimos el pasado febrero al M.I.T. en Boston, nos dijeron que utilizaban la ciencia ficción para determinar los campos de investigación a explorar. Allí pudimos ver avances neurotecnológicos muy avanzados que vienen a dar viso de realidad a todo lo que estoy comentando aquí.


Y, a propósito, en el territorio de la ficción, os voy a recomendar dos cosas:

La primera es que veáis este clip producido por Donna Haraway para Lady Gaga titulado prefiero ser una Cyborg a una diosa. 


Es verdad. Es ficción, pero pronto podría dejar de serlo. 

Y que no os perdáis una mini serie de 6 capítulos producida por la BBC, titulada “Years and Years”, con unos guiones y una dirección de actores tan magníficos como los que nos tiene acostumbrados esa productora.
Bueno, hay que decir que el guion de esta serie tiene que pagar tributo al marketing televisivo y en algunos casos muestra una cara bastante primaria. Lo cual se nota en algunas secuencias de las que yo personalmente prescindiría

Pero dicho esto, y aunque pueda parecer una distopía, a mí me ha parecido una evolución bastante realista hacia el mundo futuro inmediato que estamos creando si las condiciones actuales por las que transita la Humanidad no cambian. Temas como la inmigración, la manipulación de la información, la homofobia, la intolerancia, son protagonistas de ese futuro hacia el que previsiblemente nos encaminamos. Personalmente, como soy como Zapatero “Optimista antropológico”, espero sinceramente que hagamos cambiar pronto todos estos valores del populismo rampante, por la cuenta que nos tiene. 

En esta serie, la evolución de la robótica y la del transhumanismo se trata de una manera bastante ponderada e interesante. Como un gran paso evolutivo de la Humanidad. Y siempre teniendo en cuenta que hablamos de un entretenimiento televisivo. 

Y por último, ¿El transhumanismo tendrá alcance universal, o solo se lo podrán permitir los más poderosos?

En mi opinión pasará como con todas las nuevas tecnologías; empezarán en la cúspide de la pirámide social y solo serán unos cuantos privilegiados los que tendrán acceso, haciendo así aún mayor la brecha social entre países pobres y ricos y entre clases sociales poderosas y masivas. 

Pero presumiblemente y como ha sucedido con todos los inventos, por intereses macroeconómicos, después irán descendiendo por la pirámide social hasta la base. 

Yo fui un niño que creció sin TV, porque estaba sólo al alcance de las élites económicas, y hoy tenemos una tele en cada habitación, incluyendo la del lavabo. 

Insisto en el título de mi blog: El mundo será mejor, te lo juro

Bellaterra, 28 de Agosto de 2019 

3 comentarios:

  1. Da miedo, pero, efectivamente, parece que el mundo va por ahí. Javier Castro

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  2. Yo no tengo duda. No debería darnos miedo. Es un nuevo estado evolutivo superior. Un abrazo, Javier.

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  3. Como todo, tendra sus pros y sus conteas.
    A mi modo de ver,es mejor aprobechar directamente el potencial que ya somos y cultivar mas el alma.El cuerpo, solo es una herramienta.
    Somos inmortales.Y utilizamos una parte muy pequeña del potencial de nuestro cerebro.

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