CHINA POR LOS AIRES
No dejo de sorprenderme cada vez que accedo a magnitudes de
cualquier cosa en este país.
Cuando hablas de población, hablas de 1.400 Millones. Cuando
hablas de idiomas, un centenar largo.
Hace unos días viví una anécdota según la cual dos personas
en Shanghai, procedentes de la misma provincia no se entendían entre ellos.
Preguntando como era posible, la respuesta fue: “Obvio, porque en el este de la
provincia hablamos un idioma y en el oeste, otro”.
Y es que cuando compruebas que una provincia china puede
tener una superficie igual a la española, cuando no mucho mayor, ese tipo de
cosas se pueden dar perfectamente. (Sí, sí, también las hay menores).
Charlando con algún amigo, le explicaba que la transición
española estaba resultando un modelo para muchos otros países, por como en
menos de 30 años habíamos pasado de ser un país cerrado en sí mismo, oscuro y
gobernado por una dictadura, a ser un país moderno, con un grado de libertad
extraordinario, y con un nivel de vida comparable al de países de la primera
división europea, incluso mundial, si consideramos que según las estadísticas
nuestra economía forma parte del grupo de las 20 primeras del mundo.
Bueno, algo parecido pasa en China con la excepción del
grado de libertad, del cual también habría que hablar largamente, pues en 30
años se ha conseguido una clase alta compuesta por más 40 millones de personas
(casi la población de España), y una clase media de 300 Millones.
Como es de suponer la actividad económica que este hecho
genera y que se necesita para seguir retroalimentando el proceso es frenética;
y se nota en todo.
Cuando sales a la calle en Shanghai, la mayor diferencia es
de orden racial y cultural, porque los embotellamientos de tráfico son
equivalentes a los de cualquier ciudad occidental, la publicidad te rodea por
todas partes, como en cualquier país occidental. De hecho con algunos soportes
mucho más sofisticados que los que tenemos en España. Con un mundo on line
(especialmente en lo referido al comercio) muchísimo más desarrollado que el
nuestro, etc. etc.
Y toda esa actividad genera una movilidad extraordinaria,
que lleva a la creación de medios públicos de transporte colectivo.
La red de alta velocidad es la más grande del mundo, y
funciona de manera extraordinaria. Por cierto, al ser una empresa estatal, los
precios por kilómetro son equivalentes a un cuarto de los precios en España.
Como ejemplo, el trayecto entre Shanghai y Beijing, cuesta alrededor de los
120€ (1.318 km) en clase preferente.
Parece que aquí se pone en tela de juicio las “ventajas” del
sistema liberal acerca del coste de los servicios públicos.
Y teniendo en cuenta la magnitud de las distancias entre
ciudades, el entramado de líneas aéreas es formidable.
Cada provincia, cuenta al menos con una línea aérea. De tal
modo que si quieres hacer un recorrido por diversas ciudades chinas, necesitas
estudiar que líneas son las mejores para cubrir tu recorrido en menos tiempo y
sin trasbordos. Y por supuesto los precios no son lineales. De la misma manera
que ocurre en Europa aquí tenemos líneas de bandera, de rango medio, y de low
cost.
En total, China cuenta con (estadística de finales de 2013) 189
empresas de aviación general. Y se reparten así por el territorio:
Norte: 48
Noreste: 20
Noroeste: 16
Centro y Sur: 39
Este: 36
Suroeste 24
Región autónoma de XinJiang 6
De acuerdo con la evolución que el presidente Xi Jinping
pretende que sea resultado de su política, para 2020, fecha en la que se espera
que China adelante económicamente a los USA como primera potencia económica
mundial, otros 500 millones de personas se habrán incorporado a la clase media,
y todo eso, el volumen de negocio y la mayor movilidad que este genera, ha
llevado a anunciar que para esa fecha, China necesita incorporar a su flota
aérea, 2.000 aviones más.
Hace unos meses, leía que el nivel de desempleo en los
pilotos españoles era alarmante, y que el Sepla, ese simpático sindicato que a
los que hemos tenido que volar muy frecuentemente nos ha perturbado muchas
horas de nuestras vidas tanto en lo profesional como en lo personal, (y sin
entrar a analizar aquí si sus huelgas las convocaban con o sin justicia),
parece ser que está negociando con las compañías de los países del Golfo
(Pérsico) para recolocar ahí algunos de los pilotos que forman ese colectivo de
parados.
No sé si China puede servir como objetivo de esas
negociaciones, porque si allí van a necesitar pilotos y a nosotros nos sobran,
por intentarlo no debería quedar, ¿verdad?
Pues, como dice el refrán: “Unos tanto y otros tan poco”.
En Shanghai 上海,8 de Mayo de 2015
莫耶稣 Mo Ye Sú
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