Yo sólo soy cristiano por cultura. Pero la realidad es que
la experiencia que me ha dado la vida me ha convertido en agnóstico, quizás
porque no soy lo suficientemente valiente para ser ateo.
Pero, en fin, a lo que iba. En la cosa de la religión
cristiana existe el perdón y el poner la otra mejilla y unas cuantas cosas de
esas que es que no comparto ni en broma.
Yo creo que hay que darle fuerte al que te ha hecho daño si
es que puedes y, por supuesto, no perdonar a quien te haya hecho algo malo.
Y a lo mejor puedes perdonar si resultan causas atenuantes o
de fuerza mayor que les justifique, pero olvidar, ni hablar del peluquín.
Hace unos días hice un ejercicio de higienización mental que
me ha dejado de un relajado que me causa envidia a mí mismo cuando no lo estoy.
Y es que hice una lista a la que he titulado: PERSONAS A LAS
QUE ODIO Y A LAS QUE NO PERDONARÉ TODO O PARTE DEL DAÑO QUE ME HICIERON.
La verdad es que no me han salido muchas (26), pero a esas
les guardo un rencor no sé si infinito, pero muy grande.
Algunas de ellas ya murieron, como es el caso de Francisco
Franco Bahamonde, pero las que quedan vivas deben saber que Jesús Muñoz no les
perdona, ni olvida.
En el caso de algunas otras he optado por aquel refrán
español que dice que NO HAY MAYOR DESPRECIO QUE NO HACER APRECIO
Hay quien dice que el rencor te daña y que es mejor aplicar
esta frase a todos los causantes de tus males. Bueno, eso es algo subjetivo y
como decían Tip y Coll, “Cada uno es cada uno con sus cadaunadas”
Mejor hacer una lista de la gente que tu quieres o que han dejado huella en tu vida. A los que nos han hecho daño, no dedicarles ni 5 segundos de nuestro tiempo. Tú estás en mi lista. Muchos besos xxxxxxxxxxxxxxx
ResponderEliminarHorten, si hace la lista que tu dices, nosotras estamos en esa fijo!!
ResponderEliminarSí Hortensia. Hay muchas personas que han/habéis dejado una bonita huella en mi vida. Y si hiciese una lista sería mucho más larga que la otra.
ResponderEliminarPero no necesito escribirla, porque todos los que me habéis querido, influido, afectado, enseñado, ayudado a crecer como persona, estáis en mi corazón.
Claro que sí Marieta. Las dos sabéis y sentís de que modo nuestros afectos nos aproximan, como también sabéis que seguirán creciendo a lo largo de nuestras vidas. Incluso aunque nos veamos menos que en otros tiempos porque el cariño si es de verdad se hace grande y sólido en el tiempo. Os envío un beso desde este extraño país en el que ahora vivo. J.