En mi sección "Desde el delta del Yang Tsé", que la Revista Anuncios lleva incluyendo en sus páginas desde hace unos meses, he publicado dos artículos relacionados con la Propiedad Intelectual en China.
Este es el primero de ellos:
SOBRE LA PROPIEDAD
INTELECTUAL (1)
¿Quién que haya visitado
China no ha tenido la tentación de comprarse un Rolex por 100€? ¿O un bolso de
Prada, o de Gucci?
Todo aparentemente auténtico.
Y muchos, aún sabiendo que son copias falsas han sucumbido a la tentación para
volver a casa y regalar a sus amigos (así como en broma) esos estandartes del
lujo.
Sí. Esa ingenua acción que
“no molesta a nadie”, sostiene una de las estafas más grandes desarrolladas a
nivel mundial, por unos cuantos países del continente asiático.
Y esa estafa sostiene una
industria enorme con los ingredientes de explotación propios de este tipo de
negocio, y cuya incidencia en el PIB de dichos países, en algunos casos es más
que sustantiva. Razón por la cual los países fabricantes y/o comercializadores
de esos productos no persiguen la mala práctica que impulsa el negocio.
Aquí en Shanghai hay varios
sitios frecuentados principalmente por turistas (y también por la población local),
donde se pueden encontrar todo tipo de gangas. Por supuesto, nosotros los
occidentales pagamos multiplicado por cinco, o seis, o diez, lo que los locales
pueden pagar por el mismo producto en estos mercados, donde cuando cambias a tu
moneda compruebas que es una auténtica
“ganga”, aunque estás sobrepagando su
valor de mercado.
Y a nadie le preocupa saber
que cuando vuelva a su país de origen, probablemente la cremallera se va a
romper y el Patek Philippe va a dejar de funcionar, o se le va a descascarillar
el recubrimiento de “oro puro”. Porque
lo fundamental es la broma.
Bien, pues este hecho expresa
un problema muy serio que tenemos los creadores de cualquier objeto, o diseño,
o imagen, o cualquier intangible que requiera creatividad. Porque la desprotección
de la propiedad intelectual de la obra creativa, es total.
Y no es solo un problema del
creador, sino también del propietario, o de quien lo explota comercialmente.
NO LO VUELVES A VER
Me he enfrentado en numerosas
ocasiones a la comprobación del poco valor que tiene para el comprador chino el
que tú seas el creador de una idea, en nuestro caso de diseño de mobiliario e
interiorismo. Ellos una vez que ven lo que les enseñan ya lo consideran suyo. Y
hay de ti si se te ocurre dejarles el boceto. No lo vuelves a ver más.
Hemos llegado al punto de
hacer firmar a un cliente que nosotros enseñamos el diseño, y se lo retiramos
de delante hasta que nos haga el primer pago parcial, momento en el cual les
entregamos el primer boceto. Y así vamos siguiendo el proceso, enseñando pero
no entregando, si no hay pago previo. Bueno pues aún tomando estas
precauciones, sabes que no vas a cobrar nunca la totalidad de lo que les has
presupuestado.
También resulta que después
de muchas experiencias de todo tipo, aprendes que (siendo occidental) una firma
significa poca cosa.
Y piensas que tu empresa es
pequeña y que por eso tu desprotección seguramente es mayor que la de empresas
grandes multinacionales, pero no es así.
En el distrito de Pu Dong,
los que habéis venido a Shanghai sabéis que es donde se encuentra el Manhattan
chino, con un buen rosario de rascacielos de entre los que destacan dos grandes
obras: El Jin Mao Building que fue el primero que se construyó desafiando
alturas de otros edificios del mundo, y cuyo diseño es una maravilla en el que
convergen los dos mundos: el oriental y el occidental.
El segundo alberga el World
Trade Financial Center y sus siglas son las que dan nombre al edificio (WTFC).
Aquí lo conocemos como el abrelatas por la forma que tiene.
Ahora se está construyendo un
tercero que va a ser más alto que los otros dos y que en mi opinión personal
será una belleza arquitectónica del siglo XXI dadas sus formas curvas ovales.
Tuvimos ocasión de charlar
con uno de los arquitectos del edificio en cuestión, y le comentábamos nuestros
problemas en nuestra mínima dimensión comparada con la suya, y él nos aseguró
que sus problemas eran muy parecidos a los nuestros aunque a otra escala. Les
costaba un mundo conseguir cobrar lo que estaba pactado y por supuesto nunca en
las fechas pactadas. Aquí son artistas en esquivar obligaciones contractuales.
FABRICANTE DE CERÁMICA
Os brindaré otro ejemplo, que
nos afecta más a los españoles por tratarse de una empresa de nuestro país,
concretamente un famoso fabricante de cerámica de Castellón de la Plana cuyo
nombre todos conocemos muy bien y no menciono porque a buen entendedor con
pocas palabras basta.
Me decía el representante en
China que estuvieron varios meses concursando por un proyecto para un edificio
“en altura”, y que una vez que llegaron a la fase final, o sea a discutir los
honorarios, el cliente potencial les preguntó que ¿para que tenía que pagarles
cuando ya había recibido todo el proyecto y las bases del concurso les
autorizaba a quedarse los documentos sin más?.
Esto que me escandaliza tanto
en China, lo he vivido en España en unas cuantas ocasiones en nuestro mundo
publicitario. ¿A cuantos de nosotros no nos ha ocurrido alguna vez que hemos
presentado una idea en un concurso que no hemos ganado y luego la idea ha sido
parcialmente desarrollada por otro equipo creativo distinto al nuestro y nos lo
hemos encontrado en los medios?
Pero, en fin, volviendo a
China…..
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