“YA ME PARECÍA A MÍ QUE ERAS DEMASIADO HUMANA, PARA SER HUMANA”

La Teniente Ripley a Annalee Call cuando descubrió que era un robot (Alien Resurection)


jueves, 17 de abril de 2014

DESDE EL DELTA DEL YANG TSÉ-PROPIEDAD INTELECTUAL (1)

En mi sección "Desde el delta del Yang Tsé", que la Revista Anuncios lleva incluyendo en sus páginas desde hace unos meses, he publicado dos artículos relacionados con la Propiedad Intelectual en China.

Este es el primero de ellos:

SOBRE LA PROPIEDAD INTELECTUAL (1)

¿Quién que haya visitado China no ha tenido la tentación de comprarse un Rolex por 100€? ¿O un bolso de Prada, o de Gucci?

Todo aparentemente auténtico. Y muchos, aún sabiendo que son copias falsas han sucumbido a la tentación para volver a casa y regalar a sus amigos (así como en broma) esos estandartes del lujo.

Sí. Esa ingenua acción que “no molesta a nadie”, sostiene una de las estafas más grandes desarrolladas a nivel mundial, por unos cuantos países del continente asiático.

Y esa estafa sostiene una industria enorme con los ingredientes de explotación propios de este tipo de negocio, y cuya incidencia en el PIB de dichos países, en algunos casos es más que sustantiva. Razón por la cual los países fabricantes y/o comercializadores de esos productos no persiguen la mala práctica que impulsa el negocio.

Aquí en Shanghai hay varios sitios frecuentados principalmente por turistas (y también por la población local), donde se pueden encontrar todo tipo de gangas. Por supuesto, nosotros los occidentales pagamos multiplicado por cinco, o seis, o diez, lo que los locales pueden pagar por el mismo producto en estos mercados, donde cuando cambias a tu moneda compruebas que es una auténtica
“ganga”, aunque estás sobrepagando su valor de mercado.  

Y a nadie le preocupa saber que cuando vuelva a su país de origen, probablemente la cremallera se va a romper y el Patek Philippe va a dejar de funcionar, o se le va a descascarillar el recubrimiento de “oro puro”.  Porque lo fundamental es la broma.

Bien, pues este hecho expresa un problema muy serio que tenemos los creadores de cualquier objeto, o diseño, o imagen, o cualquier intangible que requiera creatividad. Porque la desprotección de la propiedad intelectual de la obra creativa, es total.

Y no es solo un problema del creador, sino también del propietario, o de quien lo explota comercialmente.

NO LO VUELVES A VER

Me he enfrentado en numerosas ocasiones a la comprobación del poco valor que tiene para el comprador chino el que tú seas el creador de una idea, en nuestro caso de diseño de mobiliario e interiorismo. Ellos una vez que ven lo que les enseñan ya lo consideran suyo. Y hay de ti si se te ocurre dejarles el boceto. No lo vuelves a ver más.

Hemos llegado al punto de hacer firmar a un cliente que nosotros enseñamos el diseño, y se lo retiramos de delante hasta que nos haga el primer pago parcial, momento en el cual les entregamos el primer boceto. Y así vamos siguiendo el proceso, enseñando pero no entregando, si no hay pago previo. Bueno pues aún tomando estas precauciones, sabes que no vas a cobrar nunca la totalidad de lo que les has presupuestado.

También resulta que después de muchas experiencias de todo tipo, aprendes que (siendo occidental) una firma significa poca cosa.

Y piensas que tu empresa es pequeña y que por eso tu desprotección seguramente es mayor que la de empresas grandes multinacionales, pero no es así.

En el distrito de Pu Dong, los que habéis venido a Shanghai sabéis que es donde se encuentra el Manhattan chino, con un buen rosario de rascacielos de entre los que destacan dos grandes obras: El Jin Mao Building que fue el primero que se construyó desafiando alturas de otros edificios del mundo, y cuyo diseño es una maravilla en el que convergen los dos mundos: el oriental y el occidental.
El segundo alberga el World Trade Financial Center y sus siglas son las que dan nombre al edificio (WTFC). Aquí lo conocemos como el abrelatas por la forma que tiene.

Ahora se está construyendo un tercero que va a ser más alto que los otros dos y que en mi opinión personal será una belleza arquitectónica del siglo XXI dadas sus formas curvas ovales.

Tuvimos ocasión de charlar con uno de los arquitectos del edificio en cuestión, y le comentábamos nuestros problemas en nuestra mínima dimensión comparada con la suya, y él nos aseguró que sus problemas eran muy parecidos a los nuestros aunque a otra escala. Les costaba un mundo conseguir cobrar lo que estaba pactado y por supuesto nunca en las fechas pactadas. Aquí son artistas en esquivar obligaciones contractuales.


FABRICANTE DE CERÁMICA

Os brindaré otro ejemplo, que nos afecta más a los españoles por tratarse de una empresa de nuestro país, concretamente un famoso fabricante de cerámica de Castellón de la Plana cuyo nombre todos conocemos muy bien y no menciono porque a buen entendedor con pocas palabras basta.

Me decía el representante en China que estuvieron varios meses concursando por un proyecto para un edificio “en altura”, y que una vez que llegaron a la fase final, o sea a discutir los honorarios, el cliente potencial les preguntó que ¿para que tenía que pagarles cuando ya había recibido todo el proyecto y las bases del concurso les autorizaba a quedarse los documentos sin más?. 

Esto que me escandaliza tanto en China, lo he vivido en España en unas cuantas ocasiones en nuestro mundo publicitario. ¿A cuantos de nosotros no nos ha ocurrido alguna vez que hemos presentado una idea en un concurso que no hemos ganado y luego la idea ha sido parcialmente desarrollada por otro equipo creativo distinto al nuestro y nos lo hemos encontrado en los medios?

Pero, en fin, volviendo a China…..

No hay comentarios:

Publicar un comentario