“YA ME PARECÍA A MÍ QUE ERAS DEMASIADO HUMANA, PARA SER HUMANA”

La Teniente Ripley a Annalee Call cuando descubrió que era un robot (Alien Resurection)


lunes, 30 de julio de 2018

SOBRE EL INTRUSISMO DE LA PUBLICIDAD ON LINE

Acabo de leer el comunicado que Infoadex facilita a la prensa sobre las inversiones publicitarias del primer semestre de este año, y he podido concluir una serie de ideas al respecto. 

No voy a comentar las cifras porque mi intención es tratar de discernir los fenómenos comunicativos detrás de esas objetividades que ofrecen los datos. 

El primero es que el mundo de la Publicidad está estancado en un volumen que yo calificaría de miserable después de haber vivido tiempos de esplendor y al que la crisis situó en un rango que no parece que se vaya a modificar en bastante tiempo. 

Por citar el ejemplo más sobresaliente: La TV facturaba antes de la crisis el triple de lo que factura ahora. Y aún así, sigue teniendo la mayor cuota del mercado publicitario. 

Este hecho ha estimulado a los comercializadores del medio a buscar fórmulas “creativas” de comercialización de formatos que irremediablemente han contribuido a desdibujar la línea separadora de publicidad y programación, haciendo que aquella sea mucho más intrusiva de lo que era antes de la crisis; yo esto lo considero un flaco favor al consumidor del Medio. 

A lo largo de mi vida profesional siempre me pareció que la Publicidad tenía que tener un lenguaje muy diferenciado del de los programas y que fuese un estimulo para la imaginación del espectador.

No voy tampoco aquí a comentar el lenguaje cada día más infantiloide que se está instalando en la Publicidad en los distintos Medios, y la falta de respeto que eso, creo yo, supone de cara a la madurez de espectador. Pero en fin, cada uno es libre de enviar a la papelera mental aquellos mensajes que le tratan como un idiota. 

Si vuelvo un momento a la lectura general de los datos, se infieren un par de cosas como tendencias de las empresas anunciantes y planificadoras del soporte publicitario: 

La primera es la enésima confirmación de la irremediable caída del Medio impreso. Digo irremediable, porque yo y otros tantos como yo que somos generación Gutenberg hemos cambiado definitivamente el soporte de nuestra prensa habitual y nos hemos pasado a leerla en tabletas, móviles y demás artilugios. Y si esta tendencia está consolidándose en tipo “maduros”, que no va a ser en las generaciones más jóvenes. Algo que también confirman los numerosos estudios al respecto. 

Me gusta mucho que la Radio se mantenga en sus niveles, porque demuestra que ha sido el Medio más antiguo y más capaz a la vez de modernizarse y adaptarse a las nuevas tecnologías.

¡Y…claro! esa especie de gran cajón de sastre en el que cabe todo lo nuevo que los contadores de las inversiones denominan genéricamente Internet. 

Es el único Medio que mantiene un crecimiento constante, y que desde que la crisis económica se instaló en nuestras vidas, se reveló como el refugio de los presupuestos ultra recortados de los anunciantes. Es cierto que los cambios de hábitos de consumo de Medios obligan a utilizarlo, pero ha costado mucho, muchísimo que los anunciantes lo considerasen como un instrumento útil. Creo que ha hecho falta una crisis galopante, para que le perdiesen el miedo. Y ahora que ya se usa como cualquier otro medio, el uso perverso que se hace de él me sonroja ajenamente como el publicitario que alguna vez fui. 

Ahora los contadores dicen que la facturación en Internet es (grosso modo) equivalente a la de Prensa Diaria, Revistas y Dominicales juntos.

Bien, esta noticia no deja entrever nada nuevo bajo el sol. 

Pero donde pongo el grito en el cielo es en el modo en que la publicidad se nos sirve en este medio on line. Que esté viendo un reportaje, o una noticia, o un programa de entretenimiento en un soporte que no importa que sea el de un Diario una Tele o el propio YouTube, y de repente se corte y te entre un anuncio con la leyenda “El programa continuará al finalizar este anuncio”. Disculpadme la expresión, pero me cago en la puta madre del anunciante. Por faltarme al respeto de ese modo tan falaz. 

Y el cuento de que las cookies te ayudan porque así solo te envían publicidad que te interese, perdonadme una vez más, pero es una maldita estupidez y además es mentira. Normalmente, cuando tengo la opción de decir que no acepto lo de las cookies, lo hago, pero hay soportes que te dicen que, para seguir, tienes que aceptar sí o sí que navegues entre cookies que hurgan en tu vida. 

¿Y las asociaciones de consumidores no tienen nada que decir?

¿Y vamos a tener que aceptar que esto sea así siempre?

Estoy harto de que cuando me voy a buscar un producto en una web, de lo que sea, después me estén sugiriendo repetidamente, ad nauseam, ese tipo de productos por todos los medios informativos por los que navego posteriormente, aunque ya haya comprado lo que pretendía.

Y no sé que hacer para evitar toda esta porquería estructural publicitaria. No sé si es porque soy poco listo y desconozco el modo de escapar de esto, o es que cada vez más, dejamos de ser considerados seres inteligentes y pasamos a ser considerados consumidores imbéciles sin remedio. 

Antes hablábamos mucho del respeto al consumidor, ahora no hacemos más que sentir el insulto a la inteligencia del consumidor. 

Bellaterra, 27 de julio de 2018

P.S.: Después de escribir este artículo, leo en un periódico digital, las 12 cualidades que tiene que tener el “publicista” en la era digital. Como en los diez mandamientos, estos se resumen en tres:
- Creatividad
- Valentía 
- Buen humor. 
Disculpadme la presunción, pero esto ya lo dije yo en mi primera conferencia sobre Internet (cuando aún nadie daba un duro por la red), en el año 1998 en un escenario impresionante en El Cairo. 
Por cierto, durante años estuve clamando en el desierto a favor de la red y me dieron cera hasta en el cielo de la boca. Hoy me gustaría recordárselo a muchos de ellos, especialmente al que como presidente de AEDE, (evito aquí su nombre y la fecha) me dijo que Internet NUNCA sería un medio útil de distribución de los contenidos de prensa, o al presidente de un famoso diario colombiano, que me dijo que yo estaba loco y que por favor no repitiese mis puntos de vista delante de “sus periodistas”.    

8 comentarios:

  1. Querido Muñoz. Excelente artículo. Te digo lo que me pasa a mi .Cuando ejercía de publicitario estaba orgulloso porque también sabía ejercer de consumidor. Y debiamos comunicar al consumidor ejerciendo también cómo tales. Que nos pasa ahora? Pues que somos sólo consumidores pero con una gran mochila a nuestras espaldas repleta de nuestros conocimientos ejercidos como publicitarios (mal expresado ahora con la mayoría que dicen ser publicistas.Son publicitarios) En resumen somos unos jodidos consumidores super exigentes

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  2. Siempre me he peleado por defender el término publicitario. Pero por un lado que en Latinoamérica utilizan el termino publicistas y que aquí aún nadie tiene idea de la diferencia entre los dos términos, no hay manera de conseguirlo. Y sí, como consumidor somos la leche de exigentes.
    Un abrazo

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  3. Que bien escribes y que razón tienes xxxx

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  4. Muchas gracias por tu comentario Horten. Besos para tí también. J.

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  5. Hola Jesús, por casualidad o mejor dicho causalidad he encontrado este tu blog. No te imaginas la ilusión que me ha hecho después de tantos años. Me encanta ver que mantienes intacta tu capacidad de análisis de las distintas realidades que nos rodean. Un abrazo muy fuerte.

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  6. Jorgeeeeee. Ilusión la que me hace a mí por recuperarte. Qué es de tu vida? Yo cambié el rumbo de mi vida y me dediqué al interiorismo (mi mujer es la diseñadora) en China. Hemos vivido en Shanghai 5 años y ahora estamos de vuelta aunque viajando a ese país con frecuencia. Aquí te dejo mi móvil (es el de siempre) por si tienes un ratillo y podemos charlar. 629 14 26 14. Un abrazo. J.

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  7. Bien dicho Jesus.
    Yo tampoco tolero bien esa publicidad en mis dispositivos PERSONALES y utilizo "adblockers" en todos ellos. Te recomiendo que les eches un vistazo. Algo es algo.

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  8. Precisamente hoy La Vanguardia y unos cuantos periódicos más publican un anuncio de Samsung lavadoras disfrazado de contenido editorial, que produce náuseas.
    Por cierto, tengo algún adblocker, y ayuda bastante; pero algunos medios son hábiles saltándoselo.
    Gracias por tu comentario, Curro.

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